
A 30 años de la Carta de Ottawa1 para la promoción de la salud, aprobada en noviembre de 1986, es válido preguntarse cómo ha logrado influenciar las políticas de salud pública o específicamente, como señala la Carta, «avanzar hacia una nueva salud pública»2. Cada efeméride de la Carta de Ottawa se escriben editoriales o suplementos de revistas sobre su alcance. Por ello cabe preguntarse qué nuevo tenemos que decir, qué pensamos de los avances o fracasos de la Carta de Ottawa (ya sea en su diseño, sus contenidos o su implementación) y, por último, qué vigencia tiene en la época actual considerando los profundos cambios que se han producido en todo el mundo.
Tales reflexiones son las que se comparten en este editorial. Los problemas y los desafíos que se presentan para la salud son muchos de ellos similares o incluso los mismos ya descritos; lo que cambian son los contextos, y lo que se requiere son nuevas intervenciones o estrategias para su abordaje.