
La bioética pública no debería limitarse a ofrecer un conjunto de reglas y modelos de tomas decisiones en «casos difíciles»1, debe ir más allá. Ofrecer razones públicas que contribuyan al diálogo social y a la toma de decisiones institucionales y normativas2. Desde este paradigma, la bioética no debería constreñirse a consejos morales para la toma de decisiones clínicas individuales, sino que debería servir a la argumentación y evaluación racional y razonable, de la toma de decisiones públicas en materia de salud.…