Para llevar a cabo este proyecto, la Fundación Progreso y Salud formó un consorcio que incluyó, además del Área de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AETSA) de la Consejería de Salud y Consumo, a cuatro agencias de evaluación de tecnologías sanitarias pertenecientes a la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (RedETS): la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitaria de Cataluña (AQuAS), la Fundación Vasca para la Innovación e Investigación en Salud (OSTEBA-BIOEF), el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y la Fundación Canaria para la Investigación Sanitaria (FIISC-SESCS). Por otra parte, el consorcio contó además con dos socios de prestigio en el ámbito de la enseñanza como son la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y la Universidad Abierta de Cataluña (UOC).