En la IV edición de los premios se han reconocido trabajos sobre hábitos alimenticios en la infancia, la imagen de los cuidados paliativos en la opinión pública, los registros de femicidios y los falsos positivos en cáncer colorrectal.
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La Escuela Andaluza de Salud Pública ha hecho entrega del premio Patxi Catalá al mejor trabajo de investigación presentado en el Congreso Iberoamericano de Epidemiología y Salud Pública y los premios Emilio Perea a las mejores comunicaciones presentadas en la reunión anual de la Sociedad Española de Epidemiología por investigadores senior (mayores de 35 años).
La EASP ha reconocido, a través del premio Patxi Catalá el trabajo realizado por investigadores del Instituto de Salud Pública de la Universidad de Oporto (Portugal), sobre la influencia de los patrones de alimentación a los cuatro años sobre los comportamientos alimenticios a los siete años de edad. Este estudio concluye que los patrones de alimentación establecidos a los cuatro años, tienen una influencia significativa en la regulación del apetito a los siete años de edad.
El premio Emilio Perea ha recaído sobre el trabajo ‘Falsos positivos en los programas de cribado de cáncer colorrectal en España, 2000-2012’ realizado por un equipo integrado por profesionales de las comunidades autónomas de Cataluña, Valencia, Canarias, Cantabria, Murcia y País Vasco. La conclusión principal de este estudio es que existen diferencias de género en los falsos positivos y que la estimación de los falsos positivos es de gran utilidad para poder informar a la población de manera más exhaustiva sobre los efectos adversos del cribado.
Los accésit del premio Emilio Perea han sido concedidos a los trabajos de ‘Imagen de los cuidados paliativos en la prensa escrita española’ y el de ‘Estrategias para desarrollar los registros de femicidio desde la perspectiva de expertas europeas’ del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra y de un equipo integrado por las universidades de Alicante, Umëa (Suecia) y la Escuela Nacional de Salud Pública respectivamente. El primer trabajo concluye que la imagen que ofrece la prensa española de los cuidados paliativos no suelen aparecer vinculada a la realidad de la práctica asistencial. En el segundo, la metodología empleada ‘concept mapping’ resultó clave para realizar los registros en los distintos países y consensuar las prioridades en cuanto a concienciación, formación y registro.
Patxi Catalá
Patxi Catalá, médico epidemiólogo, aceptó el encargo de creación de la Escuela Andaluza de Salud Pública, realizado por el consejero de salud del momento Pablo Recio en plena transferencia de las competencias de salud a la comunidad autónoma andaluza. Dirigió la EASP durante 18 años y consiguió que el trabajo de la institución fuera reconocido en el ámbito andaluz, español e internacional. Patxi fue un salubristas de bandera, socio fundador de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) y d ela Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS).
Emilio Perea
Emilio Perea médico epidemiólogo, profesor de la Escuela andaluza de Salud Pública y responsable de la unidad de investigación del Hospital Costal del Sol hasta su fallecimiento. Emilio supo transmitir el entusiasmo por la investigación en general y la epidemiología en particular. Su capacidad de trabajo era inagotable, temas como nutrición infantil, tuberculosis, meningitis, cáncer de piel, cáncer de mama, trombosis pulmonar, epoc, evaluación de servicios sanitarios, adecuación de tecnologías, análisis geográfico, y variabilidad de la práctica clínica son algunos de los temas en los que desarrolló su actividad profesional. Su equipo de investigación integró el CIBER de epidemiología y salud pública.