Entrevista que nos hizo SÍLVIA BARROSO para el Diari Ara:
Romper tópicos Nació en Pollença (1960) y vive en Granada, donde es profesor e investigador de la Escuela Andaluza de Salud Pública. Escribe blogs, artículos y todo lo que puede. Y se ha metido en el lío de Rasquera porque cree que hay que «romper tópicos»
Ha dirigido un estudio sobre el uso terapéutico de la heroína en Granada y ahora es el asesor médico del proyecto de una plantación de marihuana en Rasquera, que también ha anunciado que pedirá la legalización de la marihuana en el Parlamento.
Rasquera ha hecho correr ríos de tinta y se ha atascado. ¿Decepcionado?
Esto es una carrera de fondo. El proyecto para probar el uso terapéutico de la heroína necesitó seis años para ser aprobado por la Agencia Española del Medicamento. La idea de Rasquera saldrá adelante. Hay que acabar con la idea de que cannabis es igual a droga e igual a problemas.
Pero sí es una droga …
Y hay muchas personas que consumen y negar la realidad es absurdo y una aberración. Por eso la estrategia de Rasquera es interesante.
Hubo demasiada polémica. ¿Perjudicó al proyecto?
Cuando esto ocurre, por un lado se habla mucho del tema y se hace presente que hay que buscar una solución. Por el otro, se generan expectativas y si no las gestionas bien el asunto se alarga y aparece la decepción.
Y usted, un médico, en medio de todo …
Yo lo que hago es proponer tres cosas: hacer investigación con los consumidores, hacer investigación sobre el uso medicinal del cannabis y trabajar en la prevención para evitar el consumo de cannabis entre los adolescentes.
Para ello, ¿es necesaria una plantación?
No necesariamente, pero sí podemos aprovecharla. El proyecto debe tener un enfoque global, la plantación sólo debe ser una parte, el resto debe ser investigación …
¿Qué parte de los ingresos se dediquen a investigación?
Sí. Si el Ayuntamiento alquila los terrenos para un proyecto arriesgado, está bien que saque ingresos para invertir en el pueblo pero también se debe invertir una parte en el conjunto de la sociedad, más allá de los vecinos de Rasquera.
Es fácil que triunfe la visión frívola del proyecto, cosa de fumetas …
Por eso debe ser un proyecto global de salud. Yo respeto a los consumidores y se les debe buscar una salida, porque es mejor que el consumo esté controlado. Pero el proyecto de Rasquera no debe ser de fumetas, sino de salud. Esto lo he escrito y los impulsores de la idea lo han firmado.
De hecho, usted ya ha hecho un proyecto de salud con la heroína y dice grandes virtudes como medicamento …
Debo parecer loco, no?
Loco no, pero no sé si se entiende a la primera …
Pues resulta que una droga como la heroína puede ser un medicamento para tratar, precisamente, los heroinómanos.
¿Cómo se hace?
Unas 80.000 personas en España toman metadona, pero no a todo el mundo le va bien. Si tienes amigdalitis y no te va bien un antibiótico concreto, siempre tienes otros antibióticos. En cambio, contra la adicción a la heroína hay pocos tratamientos. Y nosotros planteamos, siguiendo una línea del Reino Unido y Suiza, utilizar la misma heroína. No es un medicamento de elección inicial, es un recurso para gente que fracasa con la metadona.
¿Y dejan la heroína con heroína?
El objetivo no es necesariamente que la dejen, sino normalizar la vida del paciente. Esto se puede hacer manteniendo el consumo bajo control médico.Si no, los heroinómanos compran la droga en la calle, adulterada, cogen infecciones, delinquen … En estos casos debemos romper la idea de que toman una droga, porque lo que toman es un medicamento. Son enfermos crónicos, como los diabéticos, que dependen de la insulina.
¿El cannabis es diferente?
Sí, y debería ser más fácil, porque sirve para tratar los síntomas de enfermedades que afectan a más gente, como la fibromialgia y otros dolores y los efectos de la quimioterapia.
Si es tan claro, ¿por qué se bloquean los proyectos médicos con estas sustancias?
Porque no se rompe la imagen que tenemos de las drogas. Pensamos que la heroína mata y no pensamos que es prima de la morfina, que hace años y años que se utiliza como medicamento. La administración debería ser más valiente, como cuando aprobó el proyecto con heroína de Granada, que ha dado un resultado excelente. El error ha sido no extenderlo en Cataluña, el País Vasco, en Madrid …
¿Usted se imagina actualmente un político autorizando que se paguen con dinero público tratamientos con cannabis y heroína?
Bien se pagan operaciones de cirugía cardíaca carísimas para fumadores … Y, además, hay estudios en Suiza y Holanda que dejan bien claro que el beneficio es mayor que el coste.
Pues, de momento, lo que hace la administración es mucha publicidad de las operaciones de desmantelamiento de plantaciones de cannabis …
Esto es alimentar la visión negativista del tema. La policía debe perseguir el mercado negro, pero hay que buscar una salida para tener el consumo controlado. Rasquera ofrece un mercado controlado a los socios de una entidad, que sabríamos qué toman, en qué condiciones y en qué cantidades. Y además, podríamos estudiar con ellos los efectos que tiene el consumo a largo plazo.
Ha dirigido un estudio sobre el uso terapéutico de la heroína en Granada y ahora es el asesor médico del proyecto de una plantación de marihuana en Rasquera, que también ha anunciado que pedirá la legalización de la marihuana en el Parlamento.
Rasquera ha hecho correr ríos de tinta y se ha atascado. ¿Decepcionado?
Esto es una carrera de fondo. El proyecto para probar el uso terapéutico de la heroína necesitó seis años para ser aprobado por la Agencia Española del Medicamento. La idea de Rasquera saldrá adelante. Hay que acabar con la idea de que cannabis es igual a droga e igual a problemas.
Pero sí es una droga …
Y hay muchas personas que consumen y negar la realidad es absurdo y una aberración. Por eso la estrategia de Rasquera es interesante.
Hubo demasiada polémica. ¿Perjudicó al proyecto?
Cuando esto ocurre, por un lado se habla mucho del tema y se hace presente que hay que buscar una solución. Por el otro, se generan expectativas y si no las gestionas bien el asunto se alarga y aparece la decepción.
Y usted, un médico, en medio de todo …
Yo lo que hago es proponer tres cosas: hacer investigación con los consumidores, hacer investigación sobre el uso medicinal del cannabis y trabajar en la prevención para evitar el consumo de cannabis entre los adolescentes.
Para ello, ¿es necesaria una plantación?
No necesariamente, pero sí podemos aprovecharla. El proyecto debe tener un enfoque global, la plantación sólo debe ser una parte, el resto debe ser investigación …
¿Qué parte de los ingresos se dediquen a investigación?
Sí. Si el Ayuntamiento alquila los terrenos para un proyecto arriesgado, está bien que saque ingresos para invertir en el pueblo pero también se debe invertir una parte en el conjunto de la sociedad, más allá de los vecinos de Rasquera.
Es fácil que triunfe la visión frívola del proyecto, cosa de fumetas …
Por eso debe ser un proyecto global de salud. Yo respeto a los consumidores y se les debe buscar una salida, porque es mejor que el consumo esté controlado. Pero el proyecto de Rasquera no debe ser de fumetas, sino de salud. Esto lo he escrito y los impulsores de la idea lo han firmado.
De hecho, usted ya ha hecho un proyecto de salud con la heroína y dice grandes virtudes como medicamento …
Debo parecer loco, no?
Loco no, pero no sé si se entiende a la primera …
Pues resulta que una droga como la heroína puede ser un medicamento para tratar, precisamente, los heroinómanos.
¿Cómo se hace?
Unas 80.000 personas en España toman metadona, pero no a todo el mundo le va bien. Si tienes amigdalitis y no te va bien un antibiótico concreto, siempre tienes otros antibióticos. En cambio, contra la adicción a la heroína hay pocos tratamientos. Y nosotros planteamos, siguiendo una línea del Reino Unido y Suiza, utilizar la misma heroína. No es un medicamento de elección inicial, es un recurso para gente que fracasa con la metadona.
¿Y dejan la heroína con heroína?
El objetivo no es necesariamente que la dejen, sino normalizar la vida del paciente. Esto se puede hacer manteniendo el consumo bajo control médico.Si no, los heroinómanos compran la droga en la calle, adulterada, cogen infecciones, delinquen … En estos casos debemos romper la idea de que toman una droga, porque lo que toman es un medicamento. Son enfermos crónicos, como los diabéticos, que dependen de la insulina.
¿El cannabis es diferente?
Sí, y debería ser más fácil, porque sirve para tratar los síntomas de enfermedades que afectan a más gente, como la fibromialgia y otros dolores y los efectos de la quimioterapia.
Si es tan claro, ¿por qué se bloquean los proyectos médicos con estas sustancias?
Porque no se rompe la imagen que tenemos de las drogas. Pensamos que la heroína mata y no pensamos que es prima de la morfina, que hace años y años que se utiliza como medicamento. La administración debería ser más valiente, como cuando aprobó el proyecto con heroína de Granada, que ha dado un resultado excelente. El error ha sido no extenderlo en Cataluña, el País Vasco, en Madrid …
¿Usted se imagina actualmente un político autorizando que se paguen con dinero público tratamientos con cannabis y heroína?
Bien se pagan operaciones de cirugía cardíaca carísimas para fumadores … Y, además, hay estudios en Suiza y Holanda que dejan bien claro que el beneficio es mayor que el coste.
Pues, de momento, lo que hace la administración es mucha publicidad de las operaciones de desmantelamiento de plantaciones de cannabis …
Esto es alimentar la visión negativista del tema. La policía debe perseguir el mercado negro, pero hay que buscar una salida para tener el consumo controlado. Rasquera ofrece un mercado controlado a los socios de una entidad, que sabríamos qué toman, en qué condiciones y en qué cantidades. Y además, podríamos estudiar con ellos los efectos que tiene el consumo a largo plazo.